Red Española de Reservas de la Biosfera

 

Fecha de declaración: noviembre de 1980.

Fecha de ampliación: 13 de julio de 2012.

Superficie: 264.729,59 ha terrestres y 4.492,05 ha marinas 

Ubicación: Provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Comunidad Autónoma de Andalucía

Municipios: Almonte, Aznalcázar, Bollullos Par del Condado, Bonares, Hinojos, Isla Mayor, La Puebla del Río, Pilas, Raciona del Condado, Sanlúcar de Barrameda, Villamanrique de la Condesa, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera

Población: 163.347 habitantes.

Entidad gestora: Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible

Dirección: Centro Administrativo El Acebuche, 21.760 Matalascañas (Almonte, Huelva)

Teléfono: 959439625/27

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Otras figuras de protección:

+ Parque Nacional y Parque Natural (gestionados como Espacio Natural Doñana)

+ Paraje Natural

+ Paisaje Protegido

+ Reserva Natural Concertada (2)

+ Monumento Natural (3)

+ Zona de Especial Protección para las Aves (2 ZEPA)

+ Zona Especial de Conservación (6 ZEC)

+ Zona Húmeda de Importancia Internacional (Convenio Ramsar)

+ Diploma del Consejo de Europa

+ Patrimonio Mundial (UNESCO)

Región/Provincia biogeográfica: Mediterránea/Íbero-atlántica.

Otros datos de interés: Incluida en la Lista Verde de la UICN. Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS)


Reserva de Doñana

Entre las provincias de Cádiz y Málaga, la Reserva de la Biosfera de Grazalema se sitúa en la zona más occidental de la Cordillera Bética, en transición con la Campiña de Jerez de la Frontera y las sierras silíceas del Aljibe. Esta situación entre distintos sectores biogeográficos, y el efecto de captación de la humedad oceánica que genera la elevación serrana, definen la esencia de esta Reserva, la primera junto con Ordesa - Viñamala en ser declarada en España.

En este territorio, habitado por el hombre desde el Paleolítico, la actividad tradicional se ha volcado en aprovechamientos como la ganadería, la agricultura, y la industria dependiente de las anteriores (elaboración de quesos, chacinas, aceite, marroquiería, productos artesanales). Esta actividad ha evolucionado con el tiempo, y en buena medida se mantiene en la actualidad. Fruto de esta interacción hombre-naturaleza es el paisaje, que adquiere un valor incalculable, destacando agrestes sierras, con un bosque mediterráneo en excepcional estado de conservación, ríos y bosques de ribera y, cómo no, la imponente imagen del pinsapar, auténtico signo de identidad de la Reserva.

 La característica fundamental de esta Reserva radica en su gran diversidad biológica, que se explica por:
+ Diversidad orográfica.
+ Diversidad y abundancia de las precipitaciones: en estas sierras se localiza el punto de mayor precipitación en Andalucía y uno de los más elevados de España.
+ Diversidad geológica: alternancia de zonas silíceas y calizas.
+ La existencia de manantiales que dan lugar a auténticos oasis que contrastan con el territorio que les rodea.

PATRIMONIO NATURAL
Flora y vegetación
Además del pinsapar, la formación más emblemática del espacio, los encinares, alcornocales, quejigales y bosques de ribera, contribuyen a diversificar el mosaico vegetal y a explicar la riqueza botánica y faunística de este territorio.

La riqueza florística es muy elevada: Cuenta con más de de 1.400 taxones, de los cuales 6 están catalogados En Peligro de Extinción, 15 como Vulnerables y 3 de Interés Especial. Es destacable la presencia de cuatro endemismos locales: Fumana lacidulemiensis, Echinospartium algibicum, Phlomis x margaritae y Narcissus x libarensis.

Fauna
En cuanto a fauna, este territorio cuenta con más de 200 especies de vertebrados catalogados. Estre las especies presentes destacan el buitre leonado, águila real, águila azor-perdicera, alimoche, cabra montés, corzo, nutria, cangrejo de río, así como diferentes especies de quirópteros.

Geodiversidad
La presencia de importantes y frágiles procesos geomorfológicos ligados al kars terminan de perfilar la importancia de los valores naturales de esta Reserva.
PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
La reserva posee un rico patrimonio histórico-artístico con un amplio listado de Bienes de Interés Cultural, que incluye seis Conjuntos Históricos (Ubrique, Algodonales, Ronda, Villa de Benaocaz, Villa de Zahara de la Sierra y casco antiguo de Grazalema), yacimientos arqueológicos (Ocuri, Iptuci), calzadas romanas y arte rupestre (Cueva de la Pileta). Destacan los castillo de Zahara de la Sierra, Aznalmara y Fátima de Ubrique y la Torre de Agüita en Ronda.

El patrimonio etnológico está compuesto por construcciones ligadas a actividades tradicionales, como cortijos, pozos, eras, lagares y abrevaderos.

En las cumbres de la sierra es posible encontrar pozos de nieve, utilizados antiguamente para conservar y almacenar la nieve que caía durante el invierno. También son frecuentes las caleras, en cuyo interior se cocía roca caliza durante varios días, para obtener cal, con la que posteriormente encalaban las fachadas de las distintas edificaciones, dando lugar al rasgo constructivo más llamativo de los llamados "pueblos blancos".
Las infraestructuras vinculadas con la conducción y el aprovechamiento hidráulico, como las minas de agua, acequias, albercas, molinos harineros, martinetes, batanes, centrales hidroeléctricas, etc, constituyen la máxima expresión de una ingeniería tradicional de gran valor cultural.
SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
La Reserva de la Biosfera de Grazalema se caracteriza por un predominio del ámbito rural y una gran vinculación de la población a los recursos naturales. El principal generador de empleo es la industria manufacturera (marroquinería y agroindustria como queserías, cárnicas, etc.). Este sector ha sufrido una evolución acorde con los tiempos y se posiciona en la actualidad como bien desarrollado y competitivo. En el sector servicios predominan el comercio y la hostelería, que se han incrementado sustancialmente con el progresivo desarrollo del turismo. Es, sin duda, el sector que más ha evolucionado desde la declaración de este espacio como Reserva de la Biosfera. Así, entre 1991 y 2007 las plazas de alojamiento se han incrementado en un 730% (excluyendo camping), especialmente en las categorías más altas, mejorando pues la calidad de la oferta.

La agricultura se ha visto relegada a terrenos marginales y ha ido disminuyendo con el paso del tiempo (en más de un 37% entre 1996 y 2005), destacando principalmente el olivar.
La ganadería se aprovecha mayoritariamente en extensivo y representa una de las actividades más importantes, tanto por su explotación como tal, como por su transformación en productos cárnicos y derivados lácteos, lo que ha mejorado la rentabilidad de estas explotaciones.
CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
En referencia a sus logros, esta Reserva es uno de los primeros espacios protegidos de Andalucía con líneas de gestión consolidadas en materia de conservación, educación ambiental, uso público o desarrollo sostenible.

Una amenaza importante sobre la pervivencia de actividades productivas tradicionales es que se enfrentan, casi atávicamente, con la necesidad de modernización y adaptación a nuevos esquemas socioeconómicos. Y como nuevos tiempos traen nuevos retos: al riesgo de sobreexplotación y contaminación de acuíferos, la ordenación del urbanismo o el desarrollo de un turismo responsable, se unen la lucha contra el cambio global o la adaptación de gobernanzas hacia una gestión adaptativa.
+Contenidos:  Miguel Ángel Maneiro Márquez | Isabel Torres Luna | M.Paz del Castillo Gutiérrez
+Fotos: JMiguel Ángel Maneiro Márquez | Isabel María Casillas Chacón | Isabel Torres Luna | Jesús Rodríguez Carrasco | Juan Tébar Carrera | Luis Guijo González

Situada en la desembocadura del río Guadalquivir y ocupando parte de su antiguo estuario, Doñana destaca entre sus variados ecosistemas por ser un humedal clave en las rutas migratorias de dos millones de aves entre África y Europa; esta riqueza faunística la convierte en el enclave único de unas 375 especies de vertebrados, siendo además uno de los últimos reductos para especies en peligro de extinción como el águila imperial o el lince ibérico.

Con su ampliación, la Reserva de la Biosfera de Doñana ha incorporado los territorios más antiguos que rodean las marismas y arenales, donde se ubican los asentamientos humanos con sus actividades socioeconómicas y agrosistemas tradicionales; los valores etnográficos que estos representan constituyen, junto a los paisajes que han modelado, gran parte de su singular patrimonio cultural, fruto del ancestral proceso de colonización.

PATRIMONIO NATURAL
Doñana emerge entre dos continentes, Norte-Sur, y dos grandes masas de agua tan distintas como las del Atlántico y Mediterráneo.

Los paisajes más reconocibles del gran ecosistema de Doñana son sus marismas fluvio-marinas, naturales o transformadas para acuicultura y arrozales, las playas y dunas, móviles o estabilizadas sobre acantilados, así como las lagunas que salpican su amplio manto eólico litoral; se añaden a estos enclaves singulares de pinares, dehesas y arroyos, que funcionan como corredores ecológicos.

El clima es Mediterráneo subhúmedo, de precipitaciones irregulares. Los suelos presentan dos tipologías poco evolucionadas en el litoral: arenosa, donde predominan los bosques de coníferas y quercíneas con matorral, y arcilloso-salina, característica de la marisma y con vocación de pastizal, y en el interior los suelos francos aptos para la agricultura. El régimen hídrico, tanto subterráneo como superficial, es básico para la conservación de este gran humedal.

La conjugación de factores tales como el Guadalquivir, la cercanía al océano, el relieve llano, las inundaciones invernales y las sequías estivales, o las más de tres mil horas anuales de insolación, propician la extraordinaria naturaleza de Doñana, tanto por sus hábitats como por las especies.

Faunísticamente destaca la presencia del Águila imperial (Aquila adalberti) y el Lince ibérico (Lynx pardinus), aparte de numerosas especies de interés o catalogadas internacionalmente.
 
PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
El carácter estuarino de Doñana ha dibujado un escenario dinámico y diverso para sus pobladores, desde los míticos tartesios visitados por Hércules en su periplo fundacional europeo, hasta los habitantes actuales, que intentan entretejer una identidad contemporánea entorno al valor de Doñana como espacio protegido.

Los yacimientos arqueológicos testifican la presencia de culturas prehistóricas (paleolíticas y neolíticas) y antiguas (Tartesos y Roma), mientras las bases de su cultura secular datan de la Baja Edad Media, cuando el orden socioterritorial derivado de la conquista castellana sustituyó al andalusí.

Desde el siglo XIV se han conformado los cuatro paisajes característicos de Doñana, a partir de la interacción entre sus grandes ecosistemas y el agrosistema tradicional. Al norte, en las tierras agrícolas, los núcleos rurales acogen el patrimonio edificado más destacado (almazaras, bodegas, edificios privados y públicos, iglesias...), así como sus ruedos, donde permanece la herencia mediterránea en los cultivos de olivo, sembradura y vid. En el sur, en las mutantes playas, dunas y marismas aparece el hábitat disperso (chozas, hatos, palacios, poblados forestales y ranchos...) y los aprovechamientos tradicionales (apicultura, carboneo, caza, ganadería, labores forestales y recolecciones varias, marisqueo y pesca...), que constituyen las expresiones genuinas del patrimonio cultural de Doñana; junto a él, el patrimonio inmaterial, pleno de vocablos, costumbres y festividades, destacando las del santuario de N.ª S.ª del Rocío, a orillas del humedal.

Actualmente, cineastas, escritores, fotógrafos, pintores, etc. reinterpretan constantemente Doñana, creando un patrimonio contemporáneo donde naturaleza y cultura parecen entrelazarse desde siempre y para siempre. Conscientes de ello, en estos últimos años se están desarrollando actuaciones relativas al patrimonio cultural de Doñana dirigidas a madurar su plena inclusión en la gestión del Espacio Natural, ampliando las disciplinas del mismo tenidas en consideración para su conocimiento y conservación.

SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
La práctica totalidad de la población de los municipios que integran completos la Reserva reside en la zona de transición y ascendía en el año 2013 en torno a los ciento sesenta y cinco mil habitantes; este número se incrementa durante la campaña agrícola, debido a la inmigración fundamentalmente de Europa del Este, Sudamérica y norte de África, y hasta el medio millón de personas en verano, debido al turismo balneario del litoral. No obstante, la densidad de población se distribuye muy por debajo de la media andaluza de unos 95 hab/km2.

Del conjunto de la Reserva casi el 53% del territorio es espacio protegido (Parque Nacional, Parque Natural y Red Natura), que corresponde a sus zonas núcleo y tampón donde la actividad humana se centra en la conservación del patrimonio y los usos y aprovechamientos extensivos.

Las actividades económicas más representativas en la actualidad derivan del sector primario, con una agricultura muy diversificada en la que conviven de un lado la agricultura tradicional, representada por los cultivos de la tríada mediterránea (cereal, olivo y vid) y, por otro, la moderna agricultura de regadío del fresón y otros frutos rojos, así como frutales y arrozal, siendo no obstante cada vez más importante la producción integrada y ecológica. El turismo balneario cobra especial relevancia en los municipios litorales, así como la gran afluencia de visitantes a la ermita del Rocío, especialmente durante la Romería. Además, una parte importante de la actividad económica se deriva de las actividades desarrolladas en torno al Espacio Protegido, siendo significativo el turismo de naturaleza.
 
CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
La reciente ampliación de la Reserva de la Biosfera de Doñana, basada en la evolución conservacionista, socioeconómica y política de la sociedad, ha supuesto la definición de una zona de transición adecuada para abordar las funciones de desarrollo sostenible y participación ciudadana, lo que le permite disponer al fin de una zonificación acorde con la realidad socioeconómica y ecológica del territorio. Su ámbito participa de catorce municipios, once de los cuales están completos.

La visión integrada del territorio y la necesidad de incorporar medidas de desarrollo endógeno para las sociedades locales está presente en la normativa de Doñana desde la Ley de Doñana (1978), y cuenta con numerosas acciones, medidas, procesos, etc., de diverso alcance y utilidad, del que destaca el impulso y ejecución de dos planes de desarrollo sostenible. El primero se puso en marcha a finales de los años 90 del pasado siglo, mientras que el segundo comenzó a elaborarse en 2005 y, tras un intenso proceso de participación pública, fue aprobado en 2010. Esta participación es la que ha permitido a la Administración lograr el consenso necesario para ampliar la Reserva de la Biosfera prácticamente al conjunto de la comarca.

Facilitado por este marco general hay que destacar la paulatina implicación de empresas, tanto agrícolas y de transformación agroalimentaria como de servicios turísticos de hostelería y de actividades en la naturaleza, en reorientar sus criterios para mejorar la calidad y viabilidad de sus productos. Ese cambio de tendencia en parte del tejido social de la Reserva supone una importante aportación al desarrollo sostenible, pues indica la adaptación de sus estilos de vida hacia lo que significa Doñana y los valores patrimoniales, tanto naturales como culturales, que representa.
 
USO PÚBLICO Y TURISMO
A través del Uso Público de Doñana la Administración del Espacio Natural pretende sensibilizar y concienciar, tanto a la población local como a los visitantes, acerca de su singular patrimonio, natural y cultural y, consecuentemente, de la necesidad de conservarlo para favorecer el desarrollo sostenible de la comarca; para ello lleva a cabo programas de comunicación, educación ambiental y equipamientos, gestionados mediante sistemas de calidad y vinculándolos, a su vez, con el patrimonio del resto de la comarca y de su entorno.
Así pues, el interés ciudadano por las actividades deportivas, educativas, recreativas y turísticas asociadas al patrimonio protegido se satisface en Doñana merced a una extensa red de equipamientos y una diversa oferta de actividades de uso público y de turismo.

Máxima calidad en sus servicios
Doñana trabaja para que su oferta de uso público y turismo alcance la máxima calidad en los servicios, promoviendo entre el empresariado un modelo de turismo lo más acorde posible con los principios de la sostenibilidad; para ello se han puesto en marcha dos instrumentos. El primero, consiste en la adhesión de Doñana a la Carta Europea de Turismo Sostenible (EUROPARC, 2006), a la que ya pertenecen veintidós empresas turísticas; el segundo instrumento es la Etiqueta Q de Calidad Turística (Secretaría de Estado de Turismo, 2008), siendo este el primer espacio protegido andaluz en obtenerla.

+Contenidos:  Águeda Antonia Villa Díaz  |  Teresa Agudo Blanco  |  Patxi Serveto i Aguiló.
+Fotos: José María Pérez de Ayala  |  Hector Garrido Guil  |  Fernando Aragón Raposo  |  Patxi Serveto i Aguiló.

 
 
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