Red Española de Reservas de la Biosfera

 

DoñanaDoñana

Situada en la desembocadura del río Guadalquivir y ocupando parte de su antiguo estuario, Doñana destaca entre sus variados ecosistemas por ser un humedal clave en las rutas migratorias de dos millones de aves entre África y Europa; esta riqueza faunística la convierte en el enclave único de unas 375 especies de vertebrados, siendo además uno de los últimos reductos para especies en peligro de extinción como el águila imperial o el lince ibérico.

Con su ampliación, la Reserva de la Biosfera de Doñana ha incorporado los territorios más antiguos que rodean las marismas y arenales, donde se ubican los asentamientos humanos con sus actividades socioeconómicas y agrosistemas tradicionales; los valores etnográficos que estos representan constituyen, junto a los paisajes que han modelado, gran parte de su singular patrimonio cultural, fruto del ancestral proceso de colonización.

PATRIMONIO NATURAL
Doñana emerge entre dos continentes, Norte-Sur, y dos grandes masas de agua tan distintas como las del Atlántico y Mediterráneo.

Los paisajes más reconocibles del gran ecosistema de Doñana son sus marismas fluvio-marinas, naturales o transformadas para acuicultura y arrozales, las playas y dunas, móviles o estabilizadas sobre acantilados, así como las lagunas que salpican su amplio manto eólico litoral; se añaden a estos enclaves singulares de pinares, dehesas y arroyos, que funcionan como corredores ecológicos.

El clima es Mediterráneo subhúmedo, de precipitaciones irregulares. Los suelos presentan dos tipologías poco evolucionadas en el litoral: arenosa, donde predominan los bosques de coníferas y quercíneas con matorral, y arcilloso-salina, característica de la marisma y con vocación de pastizal, y en el interior los suelos francos aptos para la agricultura. El régimen hídrico, tanto subterráneo como superficial, es básico para la conservación de este gran humedal.

La conjugación de factores tales como el Guadalquivir, la cercanía al océano, el relieve llano, las inundaciones invernales y las sequías estivales, o las más de tres mil horas anuales de insolación, propician la extraordinaria naturaleza de Doñana, tanto por sus hábitats como por las especies.

Faunísticamente destaca la presencia del Águila imperial (Aquila adalberti) y el Lince ibérico (Lynx pardinus), aparte de numerosas especies de interés o catalogadas internacionalmente.
 
PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
El carácter estuarino de Doñana ha dibujado un escenario dinámico y diverso para sus pobladores, desde los míticos tartesios visitados por Hércules en su periplo fundacional europeo, hasta los habitantes actuales, que intentan entretejer una identidad contemporánea entorno al valor de Doñana como espacio protegido.

Los yacimientos arqueológicos testifican la presencia de culturas prehistóricas (paleolíticas y neolíticas) y antiguas (Tartesos y Roma), mientras las bases de su cultura secular datan de la Baja Edad Media, cuando el orden socioterritorial derivado de la conquista castellana sustituyó al andalusí.

Desde el siglo XIV se han conformado los cuatro paisajes característicos de Doñana, a partir de la interacción entre sus grandes ecosistemas y el agrosistema tradicional. Al norte, en las tierras agrícolas, los núcleos rurales acogen el patrimonio edificado más destacado (almazaras, bodegas, edificios privados y públicos, iglesias...), así como sus ruedos, donde permanece la herencia mediterránea en los cultivos de olivo, sembradura y vid. En el sur, en las mutantes playas, dunas y marismas aparece el hábitat disperso (chozas, hatos, palacios, poblados forestales y ranchos...) y los aprovechamientos tradicionales (apicultura, carboneo, caza, ganadería, labores forestales y recolecciones varias, marisqueo y pesca...), que constituyen las expresiones genuinas del patrimonio cultural de Doñana; junto a él, el patrimonio inmaterial, pleno de vocablos, costumbres y festividades, destacando las del santuario de N.ª S.ª del Rocío, a orillas del humedal.

Actualmente, cineastas, escritores, fotógrafos, pintores, etc. reinterpretan constantemente Doñana, creando un patrimonio contemporáneo donde naturaleza y cultura parecen entrelazarse desde siempre y para siempre. Conscientes de ello, en estos últimos años se están desarrollando actuaciones relativas al patrimonio cultural de Doñana dirigidas a madurar su plena inclusión en la gestión del Espacio Natural, ampliando las disciplinas del mismo tenidas en consideración para su conocimiento y conservación.

SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
La práctica totalidad de la población de los municipios que integran completos la Reserva reside en la zona de transición y ascendía en el año 2013 en torno a los ciento sesenta y cinco mil habitantes; este número se incrementa durante la campaña agrícola, debido a la inmigración fundamentalmente de Europa del Este, Sudamérica y norte de África, y hasta el medio millón de personas en verano, debido al turismo balneario del litoral. No obstante, la densidad de población se distribuye muy por debajo de la media andaluza de unos 95 hab/km2.

Del conjunto de la Reserva casi el 53% del territorio es espacio protegido (Parque Nacional, Parque Natural y Red Natura), que corresponde a sus zonas núcleo y tampón donde la actividad humana se centra en la conservación del patrimonio y los usos y aprovechamientos extensivos.

Las actividades económicas más representativas en la actualidad derivan del sector primario, con una agricultura muy diversificada en la que conviven de un lado la agricultura tradicional, representada por los cultivos de la tríada mediterránea (cereal, olivo y vid) y, por otro, la moderna agricultura de regadío del fresón y otros frutos rojos, así como frutales y arrozal, siendo no obstante cada vez más importante la producción integrada y ecológica. El turismo balneario cobra especial relevancia en los municipios litorales, así como la gran afluencia de visitantes a la ermita del Rocío, especialmente durante la Romería. Además, una parte importante de la actividad económica se deriva de las actividades desarrolladas en torno al Espacio Protegido, siendo significativo el turismo de naturaleza.
 
CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
La reciente ampliación de la Reserva de la Biosfera de Doñana, basada en la evolución conservacionista, socioeconómica y política de la sociedad, ha supuesto la definición de una zona de transición adecuada para abordar las funciones de desarrollo sostenible y participación ciudadana, lo que le permite disponer al fin de una zonificación acorde con la realidad socioeconómica y ecológica del territorio. Su ámbito participa de catorce municipios, once de los cuales están completos.

La visión integrada del territorio y la necesidad de incorporar medidas de desarrollo endógeno para las sociedades locales está presente en la normativa de Doñana desde la Ley de Doñana (1978), y cuenta con numerosas acciones, medidas, procesos, etc., de diverso alcance y utilidad, del que destaca el impulso y ejecución de dos planes de desarrollo sostenible. El primero se puso en marcha a finales de los años 90 del pasado siglo, mientras que el segundo comenzó a elaborarse en 2005 y, tras un intenso proceso de participación pública, fue aprobado en 2010. Esta participación es la que ha permitido a la Administración lograr el consenso necesario para ampliar la Reserva de la Biosfera prácticamente al conjunto de la comarca.

Facilitado por este marco general hay que destacar la paulatina implicación de empresas, tanto agrícolas y de transformación agroalimentaria como de servicios turísticos de hostelería y de actividades en la naturaleza, en reorientar sus criterios para mejorar la calidad y viabilidad de sus productos. Ese cambio de tendencia en parte del tejido social de la Reserva supone una importante aportación al desarrollo sostenible, pues indica la adaptación de sus estilos de vida hacia lo que significa Doñana y los valores patrimoniales, tanto naturales como culturales, que representa.
 
USO PÚBLICO Y TURISMO
A través del Uso Público de Doñana la Administración del Espacio Natural pretende sensibilizar y concienciar, tanto a la población local como a los visitantes, acerca de su singular patrimonio, natural y cultural y, consecuentemente, de la necesidad de conservarlo para favorecer el desarrollo sostenible de la comarca; para ello lleva a cabo programas de comunicación, educación ambiental y equipamientos, gestionados mediante sistemas de calidad y vinculándolos, a su vez, con el patrimonio del resto de la comarca y de su entorno.
Así pues, el interés ciudadano por las actividades deportivas, educativas, recreativas y turísticas asociadas al patrimonio protegido se satisface en Doñana merced a una extensa red de equipamientos y una diversa oferta de actividades de uso público y de turismo.

Máxima calidad en sus servicios
Doñana trabaja para que su oferta de uso público y turismo alcance la máxima calidad en los servicios, promoviendo entre el empresariado un modelo de turismo lo más acorde posible con los principios de la sostenibilidad; para ello se han puesto en marcha dos instrumentos. El primero, consiste en la adhesión de Doñana a la Carta Europea de Turismo Sostenible (EUROPARC, 2006), a la que ya pertenecen veintidós empresas turísticas; el segundo instrumento es la Etiqueta Q de Calidad Turística (Secretaría de Estado de Turismo, 2008), siendo este el primer espacio protegido andaluz en obtenerla.

+Contenidos:  Águeda Antonia Villa Díaz  |  Teresa Agudo Blanco  |  Patxi Serveto i Aguiló.
+Fotos: José María Pérez de Ayala  |  Hector Garrido Guil  |  Fernando Aragón Raposo  |  Patxi Serveto i Aguiló.

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