Red Española de Reservas de la Biosfera

 

Las Ubiñas - La MesaLas Ubiñas - LaMesa

La Reserva de la Biosfera de Las Ubiñas-La Mesa coincide en su totalidad con el Parque Natural del mismo nombre y se encuentra en el sector meridional del Principado de Asturias, en la zona central de la Cordillera Cantábrica. Cuenta con una extensión de 45.163 ha y una población de 3.000 habitantes.

Consiste en un territorio de montaña caracterizado por un relieve de fuertes contrastes. Al sur se localiza el Macizo de Ubiña, que conforma el principal cordal de la Reserva, divisoria de aguas entre Asturias y León, y que constituye, tras los Picos de Europa, el segundo sistema montañoso calizo de la Cordillera Cantábrica con más de 30 cumbres con altitudes superiores a los 2.000 m entre las que destacan Fontán Norte con 2.417 m y Peña Ubiña con 2.414 m.

Los valores ambientales que definen este territorio son la elevada diversidad geológica y biológica, el buen estado de conservación de los hábitat y su calidad ambiental, destacando que se conservan más de la mitad de las series de vegetación existentes en Asturias y casi un tercio de la superficie se encuentra ocupada por bosques naturales.
 

PATRIMONIO NATURAL
Los bosques más extensos y mejor conservados son los hayedos: Valgrande (Lena), valle de Lindes (Quirós) y Montegrande (Teverga). Tras los hayedos, los bosques de mayor extensión son los abedulares.

Por encima del límite superior del bosque dominan extensas áreas de pastizales usadas ancestralmente por los vecinos del área e incluso por rebaños de merinas trashumantes procedentes de Castilla, León o Extremadura. Especialmente ricas son las praderas de los Puertos de Agüeria salpicadas de densos bosquetes de acebo que sirven de refugio al ganado.

Entre las 11 especies de la flora asturiana catalogadas presentes en la Reserva, algunas están ligadas a ambientes de alta montaña o dulceacuícolas como la centaura de Somiedo, endemismo orocantábrico, la estrella de agua, el equiseto variegado y la cinta de agua, presentes en lagunas y turberas de los concejos de Lena y Quirós. En cuanto a las especies arbóreas destacan el tejo, el acebo, la encina y la carrasca, que cuentan con planes de manejo específicos para su conservación.

La Reserva de la Biosfera de Las Ubiña-La Mesa constituye un área de vital importancia para la supervivencia del oso pardo, coincidiendo con el extremo oriental del área de distribución de la población osera occidental.

Diversidad de ecosistemas
El elevado rango de altitudes presente, la variedad de sustratos calcáreos y silíceos y el intenso modelado fluvial, glaciar y kárstico del relieve han dado lugar a una notable diversidad de ecosistemas y paisaje vegetal, lo que hace posible que en este espacio se encuentren un elevado número de especies representativas de la Cordillera Cantábrica: ciervo, corzo, jabalí, rebeco, lobo, oso pardo y urogallo cantábrico, además de mamíferos menores, reptiles, anfibios y aves como pico mediano, águila real, alimoche, buitre leonado, azor y halcón peregrino. Destaca la presencia del desmán ibérico y la existencia de hábitats cavernícolas de interés, con la presencia de 9 especies de quirópteros.
 

PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
Entre los numerosos yacimientos arqueológicos, destacan diversas estructuras tumulares de la época del Neolítico, asentamientos y recintos fortificados de la cultura castreña y los Abrigos Rupestres de Fresnedo, conjunto de cinco oquedades con más de cincuenta imágenes pictóricas, que constituyen una de las más ricas estaciones rupestres del arte esquemático del noroeste de la península. El Parque de la Prehistoria en San Salvador (Teverga) alberga la colección de arte rupestre del Paleolítico superior más importante del mundo.

Los límites oriental y occidental de la Reserva están marcados por lo que fueron las dos principales vías romanas de acceso a la región, La Vía de La Carisa, al Este, y la Vía de La Mesa o Camín Real de La Mesa, al Oeste.

Además de numerosos ejemplos de elementos arquitectónicos de interés religioso, como las iglesias románicas de San Pedro en La Plaza y Santa María de Villanueva, también se conservan buenos ejemplos de arquitectura popular tradicional de la alta montaña asturiana. A esto se añade un vasto patrimonio cultural oral, folclore y actividades tradicionales del mundo rural, como las ferias y exposiciones de ganado o el mercado de productos propios de la tierra.

Prados y pastos
La Reserva tiene una cuarta parte de la superficie cubierta por prados y pastos. Los pastos de montaña han sido utilizados mediante trashumancia estacional, con pastoreo estival de los pastizales de las zonas altas y el mantenimiento de los prados de las colinas y montanas mediante siega. En los pastos de montaña existen asentamientos estacionales denominados brañas, donde se conservan cabañas de teito y corros.
 

SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
Este territorio ha sufrido acusadamente las crisis de la ganadería y la minería, dos de sus sectores económicos principales en épocas pasadas, lo que sin duda condujo a que su población más joven buscase un futuro más alentador en otras zonas de la Región. No obstante, el nivel de poblamiento de esta Reserva asegura la existencia de una población suficiente para permitir el ejercicio de políticas de desarrollo sostenible.

La ganadería de vacuno de orientación cárnica constituye la principal actividad agraria en este territorio. En primavera el ganado es trasladado al monte, donde permanece hasta septiembre u octubre. El descenso hacia las zonas bajas se produce de forma gradual con la llegada del invierno, aprovechando el rebrote durante la "bajada". Esta práctica aporta indudables beneficios al espacio montano.

La raza explotada es la denominada Asturiana de los Valles, de carácter autóctono, muy bien adaptada al terreno y de excepcional calidad cárnica, alcanzando más del 90% de la cabaña ganadera de bovino censada.

Actualmente, el sector servicios es el que ocupa a la mayor parte de la población activa.

Actividad industrial
Los concejos del Parque se vieron favorecidos económicamente a lo largo del siglo XX por la presencia de ricos yacimientos de carbón y hierro que propiciaron cierta actividad industrial. Tras la reconversión del sector en los años ochenta, la ganadería extensiva de aptitud cárnica y el desarrollo del sector turístico se presentaron como las principales esperanzas de futuro.
 

CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
El Plan de Desarrollo Sostenible de la Reserva es una herramienta de gestión que marca las pautas a seguir en cada uno de los sectores que se pretenden promover bajo el criterio de la sostenibilidad.

El mantenimiento de métodos de explotación agraria tradicionales se enfoca hacia una reestructuración de las explotaciones, que las haga más competitivas y modernas, a la par que se fomenta la puesta en valor de los productos obtenidos. En la actualidad se está trabajando en la diferenciación de los productos agrarios, como la carne "Ternera Asturiana" con Indicación Geográfica Protegida o la "Escanda Asturiana", así como la agricultura y ganadería ecológica.

El turismo es otro de los pilares sobre los que trabajar en el ensayo de métodos de desarrollo sostenible, con una oferta de servicios adecuada a la demanda y los valores del área, y la implantación de la Carta Europea de Turismo Sostenible.

Órganos de gestión
Los órganos de gestión de la Reserva velarán por asegurar la compatibilidad de estas actividades con los valiosos recursos de los que se han de servir para su desarrollo, y para ello es fundamental la aplicación de la normativa específica recogida en el Plan Rector de Uso y Gestión y que establece las condiciones y temporalidad de las actividades en función de la zonificación.
 

USO PÚBLICO Y TURISMO
Las actividades de uso público y turismo son un importante elemento dinamizador de la economía local. Para evitar incompatibilidades con los objetivos de conservación, se han arbitrado medidas de regulación en el Plan Rector de Uso y Gestión y se ha elaborado un Plan de Uso Público que se ocupa de esta materia.

El turismo rural ha experimentado un gran desarrollo en el último decenio. La oferta de alojamiento ha alcanzado cotas elevadas y se está potenciando el desarrollo de iniciativas de la población local orientadas a la conservación y puesta en valor de elementos del patrimonio etnográfico y cultural.

La oferta actual incluye varias instalaciones dirigidas a difundir los valores culturales del entorno: los museos etnográficos La Panerona en Xomezana Baxo (Lena) y La Fábrica (Quirós), una pequeña colección museográfica asociada a la Colegiata de San Pedro y el Parque de la Prehistoria, en Teverga.

La red de rutas, de gran importancia para el desarrollo de actividades de educación ambiental, se compone de 55 rutas: desde senderos como el GR 101 Camín Real de La Mesa a rutas de alta montaña, sendas para bicicleta y pequeños senderos de fácil recorrido.

En lo relativo a equipamientos complementarios para el uso público, el ámbito de la Reserva cuenta con 18 áreas recreativas y 2 miradores, y en ella desarrollan su actividad 6 empresas de turismo activo.

Fiestas y gastronomía

  • Son destacables las fiestas tradicionales, tales como la fiesta del cordero del prau Llagüezos, la vaqueirada de Marabio o la Romería de la Virgen del Cébrano, así como las numerosas ferias ganaderas.
     
  • La cocina tiene entre sus platos estrella el pote de berzas, los asados de cordero "a la estaca", el picadillo de cerdo, y los platos de caza, todo ello acompañado del pan de escanda.

 

+Contenidos: Manuel Calvo Temprano.
+Fotos: Carlos Eduardo García Hevia, Alejandro Javier Foggia Santaeugenia, Manuel Calvo Temprano, Carlos Salvo Luengo.

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